Sometimes you have to know when to stop, take a deep breath and regroup.
I have been struggling with “Wötan: The Untold Story” for almost a year. Pretty much since the release of the “Overture”, really. For the most part of 2016, I didn’t even touch it.
Wötan is a monster of a project: a double album with 70 guest artists (in two languages, so basically two albums) plus a novel (again, in two languages, so two novels) and for the past year, it has been my main obsession. Not being able to complete it nor advance on it makes me quite frustrated. I wrote a lot of music for it and discarded it, as I felt it was not up to the album’s own high standards.
It occupies my mind at all times, but I can’t seem to power through it right now. It has become a huge source of frustration and of stress
Maybe it is time to move on. Postpone it. Do something else. Wötan was born from a very small seed almost 13 years ago, and it steadily grew into the gargantuan thing that it is today. And as you can imagine, thirteen years is a long, long time.
I’m not saying cancelling it, just postpone it. For a time. And work on something else.
I’ve been meaning to add local elements to my music from quite some time. Musical elements from tango and national folklore into my own brand of symphonic rock music. Maybe it is finally time to do so. I have so much music written in the past year. Music not deemed worthy for Wötan, but could perfectly fit a whole different album.
Don’t fret, it will still be prog, but with tints of tango and argentinian folklore into it. Very symphonic and cinematic. My intention is to record one song a month and have the album ready by, perhaps, this November.
And then, strike back with the Wötan behemoth, of course.
Thank you for reading. It’s gonna be a fun ride!
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A veces tenés que saber cuando parar, respirar profundo, y reagrupar.
Vengo luchando con “Wötan: The Untold Story” desde hace más de un año. Desde el lanzamiento de la “Obertura”, en realidad. Durante gran parte del 2016, ni siquiera lo toqué.
Wötan es un proyecto medio monstruoso: un álbum doble con más de 70 personas en él (en dos idiomas, asi que básicamente son dos discos), más una novela (de nuevo, en dos idiomas, asi que dos novelas), y me ha obsesionado todo el año pasado. No poder avanzar en él me frustra sobremanera. He escrito y descartado mucha música este tiempo por sentir que no llegaba a los tremendos estándares (autoimpuestos) que le puse al disco. Música perfectamente usable.
Ocupa mi mente todo el tiempo, pero no puedo avanzar en él. Se ha convertido en una enorme fuente de frustración y estrés.
Quizás es momento de seguir adelante. Posponerlo. Hacer otra cosa. Wötan germinó de una semilla pequeñísima hace 13 años, y creció a pasos agigantados hasta convertirse en este monstruo titánico que es hoy. Y como se pueden imaginar, trece años es mucho, mucho tiempo.
No estoy diciendo de cancelarlo. Solo posponerlo un tiempo. Y trabajar en otra cosa.
Hace tiempo que quiero incorporar elementos locales en mi música. Elementos del tango y del folklore en mi estilo sinfónico y cinemático. Quizás es el momento justo para hacerlo. Escribí muchísima música el año pasado, música que quizás no sea adecuada para Wötan, pero podría funcionar perfectamente en un disco diferente.
No se alarmen, va a seguir siendo prog, pero con tintes de tango y folklore argentino. Seguirá siendo “yo”, cinematográfico y orquestal. Mi intención es grabar una canción al mes y tener el disco listo, quizás, para noviembre.
Y de ahi, pisar nuevamente con el brontosaurio que es Wötan.
Gracias por leerme. La vamos a pasar bien!